Invisibilisarte... Bromeaba Hernán. Si, esta es mi bitácora de viaje, un caprichoso rejunte de fragmentos literarios, fotografías, textos propios (también ajenos)... que alguien más se tomó el trabajo de recopilar
El anhelo casi irrefrenable de atardeceres y amaneceres, esa procesión vespertina, casi religiosa a la terraza a esperar el ocaso.
Esa búsqueda incesante del sol de la que se me acusa y de la que felizmente me declaro culpable, no es sino el anhelo de una chispa de luz en ésta remota e inmensa oscuridad... otra de las consecuencias de la incansable búsqueda de la verdad.