30 de agosto de 2012

Cementerios y otros depositarios angélicos

Cementerios y otros depositarios angélicos

Any mans death diminishes me,
because I am involved in Mankinde;
And therefore never send to know for whom the bell tolls;
It tolls for thee.
John Donne

30 de agosto de 2012, CABA.

Cruces, tumbas, esqueletos, muertos, curas, iglesias, crujidos, tradiciones, gatos negros y barcinos, regaderas, lápidas, firuletes, ostentación, flores, cuentos, supersticiones, cajones, avechuchos, silencio, inscripciones y descripciones, historia, eternidad, entre otras... de eso se trata.

Este capítulo del arte de la invisibilidad se insinúa muchísimos años atrás en la atracción que Vellmount sintió desde niño por la muerte y por una de sus representaciones sociales y religiosas más patentes: el cementerio.
La idea se consolida un 28 de abril de 2008 con una foto de Tellería que personalmente creo memorable, en el cementerio de la ciudad de Trenque Lauquen.
Sin embargo recién cobra forma el 25 de agosto de 2012, con la segunda visita al cementerio de la Recoleta y un texto y foto alusivos.
En éste capítulo, en el que se entrelazan las palabras de Vellmount y las fotos de Tellería de estatuas y temas relacionados con el paso del tiempo... pues la muerte ajena y toda su parafernalia no hacen más que recordarnos la finitud del propio tiempo. ¿cuantos puñados de arena quedan en tu reloj vital? apenas unos granos? toda una montaña? nadie lo sabe, y la respuesta pierde cualquier valor frente a una única certeza, irreductible y helada: nos estamos muriendo.
El fotógrafo y Vellmount intentan plasmar sus impresiones y reflexiones, su punto de vista, sobre las estatuas y estructuras... al menos eso creen, sin embargo lo que consideran una tendencia artística,  un escape al riguroso pensamiento, una inocente e incluso pícara distracción, está motivada por una de sus obsesiones más arraigadas y recurrentes: el paso del tiempo.


Dr. Roberto Lambertucci