No pude menos que sorprenderme ante la propuesta de Vellmount:
- Tellería, agarrá la cámara, que tenemos que ir a una exposición de autos antiguos…
Lo miré de reojo esperando un remate de ironía que jamás llegó…
- ¿Me decís en serio? - Pregunté
- Toda la semana, hasta el domingo 29 de Agosto, de 16 a 21hs., lo organiza la cooperadora a total beneficio del Hospital de Niños… no tenés excusa… - dijo Vellmount con cierta emoción que me era desconocida y un brillo pueril adornando sus ojos ceñudos.
- Tellería, agarrá la cámara, que tenemos que ir a una exposición de autos antiguos…
Lo miré de reojo esperando un remate de ironía que jamás llegó…
- ¿Me decís en serio? - Pregunté
- Toda la semana, hasta el domingo 29 de Agosto, de 16 a 21hs., lo organiza la cooperadora a total beneficio del Hospital de Niños… no tenés excusa… - dijo Vellmount con cierta emoción que me era desconocida y un brillo pueril adornando sus ojos ceñudos.
- Cuando quieras… ¿y dónde es?– dije, todavía sorprendido, conteniendo las mil preguntas que abalanzaban y pujaban por salir desde mi boca.
- En el Dardo Rocha – dijo con voz casi solemne. Yo te invito, así te devuelvo los diez pesos de la otra vez.
Ni bien entramos, me invadió la conmoción que inevitablemente genera el Pasaje Dardo Rocha. El piso como un tablero de ajedrez, la inmensa y la pulcra altivez de las columnas elevándose… En el fondo vi la Figura de López… y ya no pude contener las lágrimas.
Pronto comprendí la emoción de Vellmount… Se ha adelantado, allí lo veo, inmóvil como un niño, ante la maravillosa exposición, deslumbrado por el cromado de los paragolpes, perdido en la profundidad inmaculada de diversos colores brillantes.
Los autos de colección que veía el Vellmount gris y atormentado eran el salvavidas que mantenía a flote su niñez, al Vellmount sonriente y colorido… porque los autos de colección reavivan indefectiblemente a ese niño que fuimos y que somos, y que a veces olvidamos…
- Permitirse volver a ser un niño por los niños… vaya que merece la pena. – Me dije sonriendo mientras tomaba unas fotos y seguía observando a Hernán niño.
Este texto fue encontrado en uno de los cuadernos del Dr. Roberto Lambertucci, y según se hace mención pertenece a Carlos Alberto Tellería.
Pronto comprendí la emoción de Vellmount… Se ha adelantado, allí lo veo, inmóvil como un niño, ante la maravillosa exposición, deslumbrado por el cromado de los paragolpes, perdido en la profundidad inmaculada de diversos colores brillantes.
Los autos de colección que veía el Vellmount gris y atormentado eran el salvavidas que mantenía a flote su niñez, al Vellmount sonriente y colorido… porque los autos de colección reavivan indefectiblemente a ese niño que fuimos y que somos, y que a veces olvidamos…
- Permitirse volver a ser un niño por los niños… vaya que merece la pena. – Me dije sonriendo mientras tomaba unas fotos y seguía observando a Hernán niño.
Este texto fue encontrado en uno de los cuadernos del Dr. Roberto Lambertucci, y según se hace mención pertenece a Carlos Alberto Tellería.
24 de agosto de 2010
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En el mes de agosto desde el 21 al 29 en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata (calle 50 entre calle 6 y 7) se llevará a cabo una muestra de autos Hot Rod y Clásicos Americanos a beneficio de la Cooperadora del Hospital de Niños.
Los horarios serán de lunes a viernes 16 a 21 hs., sábados y domingos de 14 a 22 hs.
Los niños menores de 12 años tienen entrada gratuita, los mayores un bono contribución de $10.
Los horarios serán de lunes a viernes 16 a 21 hs., sábados y domingos de 14 a 22 hs.
Los niños menores de 12 años tienen entrada gratuita, los mayores un bono contribución de $10.