El agua es pureza, es frescura, calma la sed.
Las manos, junto con los ojos, me representan el alma.
Metafóricamente, por lo tanto, esta foto me representa esa eterna y necesaria, ineludible, búsqueda de aquello que purifique, refresque, calme nuestra sed y, finalmente,
sane nuestra alma de todos sus dolores y pesares.
Diego A. Marino