Una vez alcanzada la adultez, ya invisible, Nogueira sintió que debía retomar el juego.
La diversión es tan subjetiva como los seres. Sin embargo suele suceder que los espíritus más refinados y excepcionales, casi siempre nostálgicos, prefieren las pequeñas picardías y las humildes víctimas, esas que son propias de los niños.
Tocar timbre, robar fruta, enlazar cordones, poner cinta adhesiva en el timbre, el balde con papel picado en el umbral de la puerta... eran algunas de las humildes diversiones de grandulones como Nogueira.
Con los años fue perfeccionando sus juegos. Aunque anónima e inocente, alcanzó una fama, cuando menos, universal, con el ejercicio de su acto más refinado y secreto:
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- Vamos, que Usted me entiende. Cuantas veces al abrir la mochila o el bolso ha encontrado la obra de Fabricio y se ha pasado horas y horas desatando aquellos nudos proverbiales. Al principio me enfadaba enormemente este jueguito particular. Por la precisión, la puntualidad y la mecánica regularidad supuse una voluntad detrás de aquellos embrollos: el azar no es capaz de tales complejidades. Creí comprender que había un duende que solo se dedicaba, a tiempo completo, a enredar los cables de los auriculares y esto me daba bastante miedo. Luego, cuando supe lo de Fabricio, al ver la maraña de cables no podía sino sonreír cálidamente.
De las crónicas del Dr. Lambertucci.
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- Vamos, que Usted me entiende. Cuantas veces al abrir la mochila o el bolso ha encontrado la obra de Fabricio y se ha pasado horas y horas desatando aquellos nudos proverbiales. Al principio me enfadaba enormemente este jueguito particular. Por la precisión, la puntualidad y la mecánica regularidad supuse una voluntad detrás de aquellos embrollos: el azar no es capaz de tales complejidades. Creí comprender que había un duende que solo se dedicaba, a tiempo completo, a enredar los cables de los auriculares y esto me daba bastante miedo. Luego, cuando supe lo de Fabricio, al ver la maraña de cables no podía sino sonreír cálidamente.
De las crónicas del Dr. Lambertucci.