Camino por Villegas, hacia donde estaba antes el Progreso. Hacia Mc Fly.
Pregunto si puedo sentarme
- Cuantos van a ser? - Me pregunta la mesera
- Al menos cuatro - Respondo
- Si, en cualquiera de las mesas - Dice con media sonrisa y se marcha.
Busco en vano el Qr para la carta. Levanto la mano, y con una seña que me parece lógica pero que seguramente, vista desde afuera es inentendible, pido un menú.
No quiero caer de forma mecánica en la caipiroska de maracuya. Asique miró los tragos, estoy entre el Mc Fly y el DeLorean.
Afirmo como si comprendiese, como si hubiese tenido una gran revelación: es el aperol, claramente es el aperol.
Me tocan el hombro.
- Sebita!!!!!!! Nos damos un abrazo.
Nos ponemos al día mientras pedimos algo para tomar y para comer.
- Hiciste cardiología, no?
- No, clínica y reumatología
- No hiciste cardiología, estaba seguro que eras cardiólogo - Repite Sebastián sorprendido.
- De dónde sacaste eso?
- Me acuerdo...
De repente todo comienza a distorsionarse (todavía no tomé nada), la voz de Sebastián comienza escucharse lejana. De pronto siento la sensación de la montaña rusa, justo antes de bajar en caída libre.
Se apagan los sonidos y como un cimbronazo me sacude, casi me desprende de la silla.
Abro los ojos, estoy aturdido.
Un ruido ensordecedor, metálico me taladra los oídos. Parece música. Miro a mi alrededor. Estoy en un bar platense. Siento la torpeza y la descomposición del movimiento de cuando tomo cerveza.
- Ja, todavía no entendía que la cerveza me hace mal! no es el alcohol, es algo de la cerveza! por eso tomo vino o tragos! - Comento en voz alta aunque no había nadie cerca.
Un remolino de gente yendo y viniendo, contorneándose, sacudiéndose embrujados por esos ruidos estridentes que me revientan los oídos.
- Vení, Marino! - me agarran del brazo. Es Sebastián con Pipi, que están en un estado peor que el mío.
Me presentan a Laura.
- Como estás - Le grito en la oreja
- Bien, vení vamos a sentarnos, estoy cansada
Nos sentamos en la mesa en la que estaba anteriormente.
- De dónde sos?
- De Trenque Lauquen, que suena al Sur Argentino, pero es provincia de buenos Aires... Cerquita de Pehuajó, a 150 km de Santa Rosa - Respondo.
- Y qué haces por la Plata
- Estudio medicina
- Dale, me estas chamuyando, te querés hacer el interesante! - Dice y me pega con la mano
- No, de verdad, quiero ayudar a la gente
- Hay, que noble... no te creo - Dice - demostramelo.
Pienso un segundo y agarro una lapicera bic que había en la mesa y una servilleta y le digo:
- Así es como se representa el amor, con un corazón (hago el dibujito clásico), sin embargo es anatómicamente impreciso! - Y comienzo a dibujar
- Qué haces?
- Demostrarte que soy médico... Estudiante de medicina
Se ve que me meto tanto en el dibujo que se vuelan los minutos. Cuando levanto la cabeza triunfante, ostentando mi obra en la servilleta... Laura ya no estaba.
- Que meirda es eso? - Me pregunta Sebastián
- Un corazón anatómicamente real
- Que porquería intrincada es el amor real, bromea alguien de otra mesa mirando la servilleta.
Otra vez la montaña rusa, los ruidos y los olores empiezan a alejarse, de nuevo el sacudón.
Abro los ojos. Hay silencio, se escucha el ruido lejano de algún autobus y muchos autos. Estoy en un escritorio, dibujando en un iPad.
Estoy asquerosamente sobrio, se escucha de fondo Devenire, de Ludovico.
Son mis manos, pero no las controlo.
Estoy dibujando nuevamente.
- Qué mierda es eso?
- Pará que va a ir tomando forma.
Capa por capa me veo dibujando un corazón.
Otra vez la sensación. Los ruidos y colores que se alejan, el sacudón.
- Donde carajo estaré ahora
- Vos eras cardiológo, no? - Me pregunta Sebastián
- No, nada que ver
- Y por qué creo que....
- Porque me viste dibujando un corazón en una servilleta de papel una vez que salimos en La Plata
Sebastián piensa un momento y, riendose, dice:
- No estabamos bien
- No
Nos reímos, pedimos una cerveza y algunos tragos.
---
CABA
La Plata
Trenque Lauquen