11 de diciembre de 2018

Solapas

Esto es como una capsula del tiempo, para congelar el recuerdo y, quizás, la nostalgia.
Es un ayudamemoria, pues por experiencias previas se qué en unos años, fuera del contexto que la motiva, quizás no pueda descifrar mi propia letra. 
Inútil es esa autosorpresa que nació hace años, esa nostalgia de dejarnos mensajes a nosotros mismos, que nos dejemos signos y símbolos y mensajes, si no podemos entenderlos al encontrarlos años después. 

En la solapa del Astillero, de Juan Carlos Onetti(1), escribí:

Debemos salvarnos de la ultraespecialización, o al menos mitigar sus consecuencias.
Aquel ser humano universal, ese "hombre soy, nada humano me es ajeno" se ha alejado en la saturante fantasmagoría de la época en la que vivimos, rodeados y bombardeados de información irrelevante (2).
No podemos leer todo, es cierto. Pero considero necesario leer, aunque sea, diverso.
Es por eso, por esa diversidad (o la necesidad de la misma) que hoy me convoca, que me propuse conocer nuevos autores, buscarlos adrede, sin esperar a que sean ellos los que me encuentren (3).
Así empezó la idea de éste juego. Leer un autor o, quizás, un tema desconocido en cada viaje.
---
Diego A. Marino
17 de noviembre de 2018
Mendoza
---
El texto es un posmoten anticipado, que recogí de un libro que encontré en la biblioteca de Marino. Roberto Lambertucci
11/12/18
CABA 

(1). Compré El Astillero, de Juan Carlos Onetti, Nudge de Rhichard Thaller y Alicia en el país de las maravillas, ilustrado por Benjamín Lacombe el 17/11/18 en Mendoza, en pleno congreso de la Sociedad Argentina de Reumatología.

(2). Leemos para olvidar, para fraseando a Borges.

(3) Hernán Vellmount, previamente, sostenía que los libros y los autores lo encontraban a uno en el momento en el que uno estaba intelectual, emocional y espiritualmente apto y necesitado de ellos.