13 de septiembre de 2017

Dormir al sol

 Hay personas que al leer un libro traducen cada palabra del autor al lenguaje personal. Reescriben el libro. Contextualiza las palabras, dándole un significado particular que tiene sentido y vienen a dar luz en el momento emocional, intelectual y cultural que en ese instante transita el lector.

En cambio otras leen textualmente. Respetan a rajatabla cada palabra del autor, sin ejercer ningún proceso mental o juicio sobre las mismas.

El ingeniero Ignacio Mozetic recurría, de forma caprichosa, a ambas formas.
Quiero destacar que cuando era textual, era verdaderamente textual en su más ondo sentido y hasta en sus últimas consecuencias.

Conocida es la anécdota de la vez que leyó Dormir al sol, de Bioy Casares. Llevó la textualidad a un límite absurdo, casi demencial.

En la foto, vemos al ingeniero Mozetic descansando, luego de una lectura hipertextual. A su lado, desconocemos si Ignacio es el de la derecha o la izquierda, se encuentra Hernán Vellmount que disfrutaba las charlas literarias con su amigo y, quien ademas de ser afín a experimentar cosas nuevas, disfrutaba de sobremanera las siestas al sol.

Roberto Lambertucci