14 de junio de 2007

Callejero



Una mirada fresca como las gotas de cristalina agua que bañan ese hocico… Una mirada pura, llena de confianza, llena de fidelidad que buscaron casi de inmediato y sin dudas mi mano amiga, en respuesta al sutil silbido… Una mirada capaz de detener mis tiempos y mi caminar… “Un ser que busca afecto con anhelo y otro que desea darlo casi con obsesión”… el encuentro es inevitable… Como dice el Maestro Sabato: si solo hubiera en todo el mundo dos personas con iguales gustos… estas se encontrarían y ese encuentro no sería ningún milagro, todo lo contrario… El encuentro sería lo esperable y lógico.
Me fui sonriendo… aunque dolió el despedirme… pero solo acepté partir con la promesa de encontrarnos en otros ojos puros, en otras miradas bellas y llenas de frescura.

Fabricio Nogueira
La Plata, Domingo 26 de Noviembre de 2006